A finales del siglo XIX la situación de la agricultura era preocupante. El Gobierno de la Nación emprende varias acciones: primero quiere conocer la situación a través de las provincias, y en segundo lugar, elabora unas líneas programáticas para sacar a este sector, básico en la economía del país, de la postración en la que se encuentra.
En la provincia de Badajoz, el Ingeniero Agrónomo. D. Manuel Granda de Varga, solicitó un informe a los quinces partidos judiciales de la provincia y posteriormente él, en su informe a la Dirección General de Agricultura, da una serie de sugerencias sobre cómo actuar sobre la problemática de este sector. El trabajo de este informe se considera por los organismos superiores y por el Gobernador Civil de la provincia tan satisfactorio que se le concede un Voto de Gracia.
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