Juan José Rodríguez Alonso, J.M. Bueno Ortiz, Alicia Humbría Mendiola
La lumbalgia es, tras los procesos respiratorios, la causa más frecuente de consulta en atención primaria. En la mayor parte de las ocasiones, el paciente no solicita atención médica y recurre a analgésicos, antiinflamatorios u otras medidas físicas (calor, masajes, etc.) para aliviar los síntomas. Afortunadamente, en la mayoría de los casos, la lumbalgia es un proceso autolimitado.
Los objetivos en la atención a estos pacientes son, básicamente, detectar causas potencialmente graves de dolor lumbar (3-4%); identificar aquellos casos que correspondan a una causa específica (15-20%), y tratar adecuadamente a los pacientes con lumbalgia inespecífica (80%). En los casos de lumbalgia inespecífica el papel del médico de familia es fundamental a la hora de informar al paciente sobre la evolución favorable del proceso, eludir la realización de pruebas diagnósticas costosas e innecesarias y evitar la magnificación del problema por parte del paciente, de forma que éste continúe su actividad laboral o se incorpore a ella lo antes posible.
El médico de atención primaria desempeña un papel muy importante en la prevención de la cronicidad e incapacidad subsiguiente que sucede en el 5-10% de los casos de lumbalgia inespecífica. En aquellos casos ya crónicos, es deseable que sea el médico de familia el que coordine las medidas terapéuticas.
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