Este artículo aborda dos temas importantes. Primero, lo que la razón puede decirnos para darnos la mejor comprensión posible de la resurrección y, segundo, cómo los discípulos de Jesús pasaron del encuentro de un hombre a la confesión de su identidad como Cristo, Señor e Hijo de Dios. El principio bíblico tiene un papel primordial: el final determina el principio. El primer tiempo se realiza en el encuentro con el Jesús pre-pascual hasta su muerte ignominiosa. El segundo tiempo se realiza en la experiencia post-pascual de la resurrección.
En este itinerario, Pablo desempeña un papel primordial.
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