El significativo rol del turismo en la economía, ha llevado a una fuerte intensificación de la competencia internacional, nacional y regional de los destinos turísticos. Recociendo que la competitividad es fruto de un conjunto de factores que interactúan para mejorar el nivel de crecimiento y desarrollo económico, es indispensable implementar políticas que promuevan los destinos turísticos de forma objetiva, atendiendo integralmente las necesidades de desarrollo, calidad de vida y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales y culturales. Aunque México ha mostrado un avance significativo en el índice de competitividad de viajes y turismo publicado por el Foro Económico Mundial, el proceso de planeación turística debe impulsar un balance entre la priorización de la actividad y la sustentabilidad de los destinos. En este orden de ideas, los estudios neoinstitucionales muestran argumentos teóricos y empíricos convincentes para resaltar la importancia de las instituciones en la conducción del sector turístico.
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