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Resumen de La simbología nacional como herramienta del liderazgo estratégico. El caso del rey de España

Vianney Martin

  • español

    El liderazgo estratégico se desarrollará siempre en el contexto de un universo mental heredado, representado por una serie de símbolos que reflejan tanto las continuidades como las fracturas de la historia. Cuando el rey Felipe VI pronunció su discurso de Navidad en 2015, escogió el Salón del Trono del Palacio Real de Madrid para simbolizar la grandeza de España, o cuando el ministro español de Defensa eligió el concepto del «Orgullo de ser español» como eslogan de la Fiesta Nacional de España, el 12 de octubre, los símbolos de la nación estaban siendo movilizados al servicio de una política de largo plazo. En este contexto, el líder de hoy se presentaba a sí mismo como un eslabón de la cadena histórica, apelando a la identidad, al orgullo nacional y al vínculo emocional a la existencia y continuidad de la historia de su país.

    Sin embargo, en el núcleo de los debates más importantes de la España actual, el patriotismo se revela como un asunto particularmente complejo, y el uso de los símbolos nacionales españoles puede generar serios problemas. Todo ello no puede ser ignorado por un líder estratégico.

    Durante el siglo xx, la bandera, la fiesta nacional y el himno de España fueron criticados a menudo, y la llamada transición política española (1975-1982) no solucionó los problemas relacionados con la expresión democrática de un patriotismo hispano y la aceptación de estos símbolos nacionales por todos los españoles.

    Entre 1975 y 1987 España no tuvo un día dedicado a la fiesta nacional, mientras Cataluña ya lo tenía oficialmente desde 1980. Incluso hoy en día el himno nacional español no tiene letra.

    Estos fenómenos deben ser tenidos en cuenta por un líder estratégico.

    En cierta medida, la transición patriótica española no ha acabado. Pero las cosas están cambiando y los acontecimientos que han tenido lugar recientemente en España, con motivo de la crisis catalana, lo demuestran.

  • English

    Strategic leadership will always be carried out in the framework of a given mental universe represented by a series of symbols that reflect the continuities but also the fractures of History. When King Felipe VI delivered his 2015 Christmas speech in the Throne Room of Madrid Royal Palace to symbolize the greatness of Spain, or when the Spanish Ministry of Defence chose the concept of being “Proud to be Spaniards” as the slogan of the 2017 Spanish National Day of October 12th, the symbols of the nation were actually mobilized in the service of a long-run policy in which the leader of today presented himself as a link in the chain of History, appealing to identity, national pride and emotional attachment to the existence and historical continuum of the country.

    However, at the very heart of modern Spain’s fundamental debates, patriotism appears to be a particularly complex issue and Spanish national symbols can sometimes be highly problematic, which is a fact that no strategic leader can ignore.

    During the 20th century, the Spanish flag, the national day and the anthem were questioned several times and the “political transition” (1975-1982) didn’t solve all the problems linked to the democratic expression of Spanish patriotism and the stabilization of Spanish national symbols.

    From 1975 to 1987 Spain was left without a National Day whereas Catalonia has officially had one since 1980. Even today, the Spanish National Anthem has no official lyrics. Such is the situation that any Spanish strategic leader should take into account.

    To a certain extent, Spanish “Patriotic Transition” is not over. However, things are changing as recent events linked to the Catalonian crisis have demonstrated.


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