Cada grupo humano mínimamente organizado ha tratado en todo tiempo y lugar de delimitar su propio territorio como primer paso para una ocupación efectiva. Para ello, los medios utilizados han sido variadísimos, desde la guerra hasta la diplomacia. La cultura en sentido extenso y, dentro de ella, la lengua, ha sido ya en fecha más recientes un buen vehiculo de penetración y de uniformización de territorios, incluso cuando éstos están muy distantes entre si tanto geográfica como culturalmente.
Every human group with a minimum organization has constantly endeavoured to define the boundaries of its territory as a first step to attain its occupation. In order to achieve this goal, several means have been used, ranging from war to diplomacy. In more recent times, though, culture in general, and language in particular, have proved an effective vehicle of penetration and uniformity of territories, however culturally or even geographically distant they may be.
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