El 2005 no sólo fue el año de la denominada Ley Televisa, sino también el de las indefiniciones y de la incertidumbre de la radio mexicana. Mientras decenas de emisoras de AM en el país enfrentan una de sus crisis más importantes por la disminución de públicos e ingresos publicitarios, así como por la cada vez más fuerte competencia de otras tecnologías, el gobierno federal habla de falta de consensos y elude tomar decisiones en torno del sistema digital para la radio, gracias a la cual podría darse una de las soluciones al problema que afronta este medio de comunicación. Tampoco hubo respuesta a la reiterada y polémica petición de los pequeños concesionarios de emisoras de AM para dotarlos de frecuencias combo en FM, Todo eso mientras nuevos empresarios del sector adquieren y afilian a cada vez más emisoras de radio, al tiempo que incursionan en nuevos medios de comunicación, en un contexto político-electoral que genera suspicacias por tal tipo de movimientos.
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