En 1967, un singular edificio desaparecía del paisaje urbano de Valencia, el palacio de Ripalda. El romántico chateau fue construido en torno a 1890 por expreso deseo de la condesa viuda de Ripalda, María Josefa Paulín de la Peña. De estilo neogótico se inspiraba en los castillos de Baviera, con un torreón cilíndrico cubierto por un chapitel cónico y un amplio jardín protegido por un muro almenado. La obra fue encargada al arquitecto Joaquín Arnau Miramón, representante del Eclecticismo valenciano. Los condes de Ripalda destacaron por su protección a las artes, como mecenas y miembros de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia.
In 1967, a singular building disappeared of the urban landscape of Valencia, the palace of Ripalda. The romantic chateau was built around 1890 by express wish of the countess widow of Ripalda, María Josefa Paulín de la Peña. Its Neogothic style was inspired by the castles of Bavaria, with a cylindrical turret covered by a conical spire, and a large garden protected by a crenellated wall. The work was entrusted by the architect Joaquin Arnau Miramón, representant of Valencian Eclecticism. The counts of Ripalda stood out for their protection to the arts, like a patrons and members of the Royal Fine Arts Academy of San Carlos in Valencia.
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