El papel de las ciudades es clave para la lucha contra el cambio climático y su poder en la gobernanza climática está aumentando como lo demuestra la creación de redes como el C-40 o el Pacto de los Alcaldes. Con la perspectiva de abajo-arriba, este capítulo analiza cómo estos actores subestatales han sido movilizados por entidades supranacionales con el objetivo de apoyar el liderazgo de éstas a la vez que contribuyen a alcanzar los compromisos adquiridos por los Estados. Esta revitalización de las ciudades podría llevar a una nueva distribución de las competencias estatales para aumentar la efectividad de la lucha contra el cambio climático a todos los niveles.
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