Este artículo relaciona las objeciones de James Griffin a las teorías éticas filosóficas con otros ataques recientes similares. Ellos hacen un reto y opinan que las teorías de la filosofía son capaces de revisar y justificar nuestras habituales creencias éticas, y, por lo tanto, proclaman su falta de autoridad para guiar la vida moral ordinaria. Cuando se les pregunta por qué la filosofía puede contribuir a la ética, Griffin niega ser antiteoría; aunque, desde mi punto de vista, Griffin y estos otros críticos, comparten un punto de vista de la teoría como el objeto de su rechazo. Entonces, me pregunto si para alcanzar sus más importantes objetivos la teoría moral puede evitar los límites de lo que es legítimo hacer y qué clase de autoridad pueden reclamar.
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