Josep Ricart, Roger Tudó, David Lorente, Xavier Ros, Harquitectes
En este proyecto, llevado a cabo sobre una parcela ocupada por una vivienda existente, la radicalidad de la propuesta se manifiesta en tanto que se pone en evidencia su materialidad constructiva y estructural.
El encargo parte de dos premisas impuestas por los clientes: en primer lugar, el respeto y mínimo impacto de la operación sobre la vivienda de los padres que ocupa el otro extremo de la parcela; bajo impacto en términos de molestias durante el proceso constructivo y bajo impacto visual por la presencia de una nueva vivienda donde hasta el momento había una construcción auxiliar en desuso. En segundo lugar, un presupuesto muy ajustado para poder hacer económicamente viable la operación.
La condición de orientación del solar, juntamente con la poca profundidad, permite plantear una única fachada a sur como principal herramienta de captación, acceso, vistas y luz natural al programa. El patio se convierte en el vestíbulo previo a la vivienda, y la fachada al patio tiene que ser el principal plan de captación energética y de luz natural. Las dos fachadas restantes y que miran a la calle presentan un aspecto bastante cerrado. La estrategia define una casa alta y con poca ocupación, abierta a través de una galería en su fachada sur y con una tecnología estructural de paredes de carga ciegas en la medianera y en la fachada oeste para poder usar sistemas de forjado sencillos en la luz más corta.
Dentro de los límites de la profundidad edificable, la casa incorpora una doble fachada en forma de galería que modifica su dimensión en cada planta. En planta baja, la galería se ensancha para permitir el uso de comedor de invierno y porche de verano. En planta primera y segunda, se reduce sus medidas para exagerar el efecto chimenea y forzar el movimiento del aire, tanto para reconducirlo en la situación de invierno y producir un calentamiento por aire de las piezas como para disiparlo en verano. La galería es el paso principal de instalaciones, vistas y registrables; es en este espacio donde situaremos dos conducciones que llevarán el aire caliente de la parte superior hacia el interior en invierno y el aire frío de la cámara ventilada en verano. Su sección geométrica, juntamente con los forjados de hormigón, permitirán usar la inercia de las losas para acumular calor radiante en el interior.
La materialidad de la casa surge como evidencia de la tecnología constructiva usada: muros de carga de ladrillo cerámico perforado que quedarán vistos en su cara interior. El aprovechamiento máximo de la geometría implica el diseño de un cerramiento sin cámara de aire para poder resolver la fachada con el mínimo grosor posible, por lo que se ha utilizado un cerramiento exterior formado por placas de aislamiento de fibras de madera para revestir con tres capas de mortero de cal y pintura de silicatos, que forman un cerramiento transpirable y aislante a la vez que impermeable.
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