Valoración del Jurado: El conjunto de las carrozas de los Reyes Magos y del señor Lobo son el resultado de disponer técnicas propias de la arquitectura, en cuanto a control geométrico y luminotécnica, al servicio de la ilusión para así crear una escenografía urbana nocturna y en movimiento. Valoramos cómo las carrozas de los Reyes se construyen por la adición de pirámides abiertas y reflectantes, produciendo la ilusión de una nube de luz de geometría mutante, que cambia de forma al circular. La carroza del señor Lobo es una discoteca móvil gobernada por un enorme DJ disfrazado, suspendido en el aire sobre finos polígonos de luz. El resultado es una colección de objetos de aspecto sencillo, memorables y tan mágicos como los personajes que transporta.
El 5 de enero de 2016, al caer el sol, Melchor, Gaspar y Baltasar, transportados por constelaciones de luces, recorren las calles de Madrid para ser recibidos por cientos de miles de niños.
Las carrozas de los Reyes Magos se construyen como un caleidoscopio de luces y espejos, un dispositivo óptico dinámico que se activa con el movimiento de los vehículos, jugando con la percepción de los ciudadanos. Los laterales, conformados por pirámides de aluminio reflectante, multiplican los focos y la profundidad de las luces, y se rematan con una pasarela longitudinal que permite el movimiento de Sus Majestades y los Secretarios Reales a lo largo del desfile, cerrando una cámara en el interior para las instalaciones. La geometría de pirámides, además, posibilita la ventilación de los generadores. En la parte anterior y posterior, unas plataformas sirven de soporte de los sacos de caramelos que se reparten durante el recorrido.
La carroza del “Señor Lobo” se abre camino por las calles, guiando, con la ayuda del público asistente, el camino a los Reyes Magos, celebrando su llegada a la ciudad de Madrid, en ese día tan especial. El Señor Lobo flota sobre una estructura de finos anillos de luces de colores que se desplaza por la ciudad. Su parte superior se encuentra rematada por una banda técnica donde se alojan los dispositivos de audio, diferentes luminarias y una máquina de humo. Tras los anillos, en la parte inferior, se ubican los subwoofers.
El conjunto, soportado sobre una plataforma remolcada, conforma una suerte de discoteca rodante que traslada la celebración, configurando una atmósfera celebrativa, antes del momento estelar de la Cabalgata.
La carroza interactúa con el público. Los asistentes disponen de unos pequeños espejos con los que reflejan la luz emitida desde la carroza, orientando a los Reyes Magos gracias a sus destellos.
Esta carroza cuyo volumen recuerda a personajes de dibujos animados infantiles conforma un dispositivo óptico que juega con la percepción de los ciudadanos y les anima a interactuar con la carroza, para construir el evento entre todos. El tamaño y la altura de la carroza se determinan a partir de un estudio de visuales de las vías. La parte superior se estrecha para favorecer la visibilidad del mayor número de niños posible. Además, su volumen se pone en relación con la escala urbana.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados