Introducción. La epilepsia afecta a 50 millones de personas. Hasta un 30% no se controla con fármacos antiepilépticos. El estimulador del nervio vago (ENV) constituye una alternativa terapéutica que hay que valorar.
Objetivo. Determinar el efecto del ENV en una cohorte pediátrica con epilepsia refractaria.
Pacientes y métodos. Estudio retrospectivo de niños con ENV implantado entre 2008 y 2017 en un hospital terciario. Se han analizado datos epidemiológicos, etiológicos, clínicos, electrofisiológicos y parámetros del ENV.
Resultados. Se incluyó a 35 pacientes, con una mediana de edad de implantación de 12,84 años (rango: 3,1-18,7 años) y una mediana de evolución entre el inicio de la epilepsia y la implantación de 7,2 años (rango: 1,3-17,7 años). La etiología fue estructural en el 62,9% de los casos. Cuadros epilépticos más frecuentes: síndrome de Lennox-Gastaut y epilepsia focal, con predominio de las crisis tónicas (57,1%). El videoelectroencefalograma mostró anomalías multifocales (54%) y un patrón de encefalopatía epiléptica (34,3%). El 94% asociaba discapacidad intelectual. La media de fármacos antiepilépticos previos fue de 9,6 ± 3 (rango: 4-16). El 43% fueron respondedores (>= 50% reducción de crisis), con una media de reducción del 67,3%, mejor cuanto mayor era la edad de inicio de la epilepsia. Tres pacientes quedaron libres de crisis (8,5%). La reducción de crisis fue del 33% a los 6 meses y del 47,4% a los 24 meses. Mejoría cognitiva (57%) y conductual (53%). El 28% tuvo efectos secundarios, generalmente leves.
Conclusiones. El ENV es una opción válida en la epilepsia refractaria con mejoría no sólo de las crisis, sino también cognitiva y conductual, con la importancia que ello tiene para la población pediátrica.
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