En este artículo de principios de los años 30, Edwin H. Sutherland defiende las razones por las que abordar el fenómeno de la delincuencia a través del estudio de los presos y sus características. Con objetivos administrativos, propone conocer la conducta criminal para establecer perfiles y categorizaciones de presos, pero también de cara a mejorar la formación y capacidades de los empleados de prisiones. Si bien parte de un serie de obstáculos metodológicos y técnicos que podrían poner en cuestión la validez de su planteamiento, este autor va desgranando la manera de salvar estas limitaciones describiendo paralelismo con otros procesos de investigación y reforzando las ventajas que supone acercar el método científico al estudio en prisiones. De ahí que establezca el símil de las prisiones como “laboratorios criminológicos”.
In this article of the early 30s, Edwin H. Sutherland defends the reasons to address the phenomenon of crime through the study of prisoners and their characteristics. With administrative objectives, he proposes to know the criminal behavior to establish profiles and categorizations of prisoners, but also in order to improve the training and skills of prison employees. Although he poses a series of methodological and technical obstacles that could call into question the validity of his approach, the author explores the way to overcome these limitations by describing some parallelisms with other research processes, and stressing the advantages of bringing the scientific method closer to study in prisons. Hence, he establishes the simile of prisons as "criminological laboratories."
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