El estudio de las actividades acuáticas ha tenido en las últimas décadas un gran auge, saliendo desde entonces del encasillamiento de la natación de competición, y dirigiéndose hacia una diversificación mucho más amplia y enriquecedora. Moreno y Gutiérrez (1998) resaltaban en su clasificación varios ámbitos de trabajo en el medio acuático, siendo el educativo uno de ellos. Dado que éste último puede desarrollarse en varios escenarios, en este caso hemos destacado el escolar, debido a su importancia en la formación motriz del ser humano. Además, según el currículo de educación física, es la forma de englobar todas las posibilidades motrices dentro del agua, comenzando por el juego, pasando por el desarrollo de habilidades básicas acuáticas, el acondicionamiento físico, y acabando con el ámbito de salud y seguridad en el medio
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