El presente trabajo aborda la sucesiva transformación, a lo largo del siglo XVI, de un edificio eclesiástico en fortaleza militar: la parroquia de la Encarnación de Motril. Este hecho se produjo en el contexto histórico de la condición de frontera de la costa granadina respecto al mundo islámico, así como de la existencia de una población mayoritariamente morisca hasta el fin de la Rebelión de las Alpujarras. El resultado final fue la caracterización de la iglesia mayor motrileña según los principios de la fortificación abaluartada, gracias, entre otras intervenciones, a la participación del arquitecto Luis Machuca.
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