Un testamento inédito de Josefa Bayeu redactado en 1801, que se conserva en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid y que aquí se transcribe, muestra que en ese año la mujer de Francisco de Goya estaba a punto de morir. Proporciona, además, conocimiento sobre el entorno familiar y profesional del artista a través de los albaceas y testigos nombrados en el documento. La presencia en el momento de la redacción del testamento del pintor Agustín Esteve, estrecho colaborador de Goya desde 1790, y de Pedro Gómez, moledor de colores del artista desde 1780, sobre el que se publica también aquí un documento inédito, podría confirmar que Goya tenía su taller en su propia casa.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados