Elena Urdaneta, J. Barrenetxe, Rafael María Melero Fernández de Mera, Joaquín Jordán Bueso
La enfermedad de Alzheimer (EA) es el tipo de demencia más fre-cuente y afecta a unos 15 millones de personas en el mundo. A pe-sar de su alta incidencia, aún no disponemos de un método dediagnóstico claro, eficaz y excluyente para esta afección. En la ac-tualidad éste se realiza con precaución tras la observación de unaserie de síntomas, entre los que se encuentran la pérdida de me-moria, alteraciones en el lenguaje, etc.En cuanto al tratamiento de la EA, en los últimos años están adqui-riendo importancia otros abordajes de tipo no farmacológicos co-mo es la rehabilitación neuronal. Este tratamiento es un proceso te-rapéutico altamente individualizado, específicamente desarrolladopara resolver las necesidades del paciente y está basado en laplasticidad del cerebro.De la misma manera, se conoce que la nutrición desempeña un pa-pel muy relevante en el desarrollo de numerosas afecciones, inclui-das las enfermedades neurodegenerativas. Son muchas las evi-dencias que sustentan la idea de la participación del estrésoxidativo en el desarrollo de la EA y en los procesos apoptóticosque se deriven de ella. En este sentido, el consumo de antioxidan-tes, en la dieta o a través de suplementos dietéticos, parece serneuroprotector y puede mitigar el declive cognitivo.Ambas terapias (farmacológica y no farmacológica) comparten losmismos objetivos: retrasar el deterioro, recuperar funciones perdi-das o mantenerlas conservadas y mejorar la calidad de vida.
Alzheimer’s disease (AD) is the most common type of dementia, af-fecting 15 million persons worldwide. Despite the high incidence of this disease, a clear and effective diagnostic method specific to ADis lacking. Currently, diagnosis of AD is made with caution, afterobservation of a series of symptoms that include memory loss andspeech alterations, among others.In the last few years, non-pharmacological approaches, such asneuronal rehabilitation, have become more important in the treat-ment of AD. This form of treatment is highly individualized, specifi-cally developed to resolve the needs of the patient and are basedon cerebral plasticity.Nutrition plays a major role in the development of numerous disea-ses included under the heading of neurodegenerative disorders. Alarge body of evidence supports the role of oxidative stress in thedevelopment of AD and in apoptotic processes involved in this di-sease. Antioxidant intake, whether through the diet or in the form ofsupplements, seems to confer neuroprotection and could mitigateagainst cognitive decline.Both forms of treatment (pharmacological and non-pharmacologi-cal) share a common goal: to delay impairment, recover lost func-tion or conserve existing function and improve quality of life.
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