La compra pública tradicional está en un momento de cambio sustancial de concepto. Ha dejado de ser un gasto para ser considerada una inversión. Una herramienta de acción transversal del gasto. La compra pública de innovación para satisfacer problemas para los que no existe una solución comercializada e incorporar mejoras técnicas importantes es la nueva tendencia. Además, será capaz de emplear el valioso capital humano europeo en tender hacia un modelo económico sostenible e integrador. La nueva ley de contratos del sector público ha sabido plasmar las herramientas suficientes para hacer de la innovación una realidad.
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