Ciudad Real, España
En este artículo se afronta una de las alternativas que surgen en la evolución de los museos, la que presenta a estos centros, integrados en la sociedad del siglo XXI, como instituciones socioeducativas. En un viaje por la historia de los museos, aplicando como analogía un modelo científico concreto, se aborda un nuevo paradigma para este nuevo siglo, el paradigma socioeducativo, aplicado a la museología como propuesta de desarrollo de la democracia cultural.
Pudiendo competir con otros paradigmas o enfoques nuestra propuesta socioeducativa es considerada como suficientemente acertada para los nuevos retos de la sociedad y la cultura museística, en respuesta a la necesidad de abordar una revolución científica. Una vez superado los museos como thesaurus, gabinetes, o centros educativos. Superadas las funciones de guarda, de conservación, contemplación, deleite y educación. Una vez que la máxima de representación es relegada en un mundo global. Hoy en día, el museo vuelve a evolucionar, y en ese equilibrio histórico, entre objeto y sujeto, lo hace hacia una acción más allá de lo educativo, hacia lo socioeducativo. En una clara apuesta por la democracia cultural, como un elemento crucial en la transformación de la sociedad de nuestro siglo.
This article deals with one of the alternatives that arise in the evolution of museums, which presents these centers, integrated into 21st century society, as socio-educational institutions. In a journey through the history of museums, applying as an analogy a concrete scientific model, a new paradigm for this new century is addressed, the socio-educational paradigm, applied to museology as a proposal for the development of cultural democracy.
Our socio-educational proposal, being able to compete with other paradigms or approaches, is considered as sufficiently successful for the new challenges of society and museum culture, in response to the need to address a scientific revolution. Once passed the museums like thesaurus, cabinets, or educational centers. Overcoming the functions of guard, conservation, contemplation, delight and education. Once the maximum of representation is relegated in a global world. Nowadays, the museum evolves again, and in that historical equilibrium, between object and subject, it does so towards an action beyond the educational, towards the socioeducational. In a clear commitment to cultural democracy, as a crucial element in the transformation of the society of our century.
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