El presente artículo está centrado en la obra de la pensadora franco belga Françoise Collin y en especial en su modo de interrogar a sus dos maestros con el ánimo de hallar pistas para su pensar político y su propia escritura literaria. A pesar de que Blanchot y Arendt jamás se conocieron ni dialogaron y de que la última no atendió a la experiencia feminista, Collin los puso a hablar para encontrar palabras que permitieran dar cuenta del acontecimiento del feminismo insurreccional de la década de 1970. Un feminismo que constituyó un ser-en-comun de las mujeres a través de diálogo plural, de acciones creativas, de innovadoras formas de relación, de modo que se manifestó como práctica, como un actuar sin modelo, como un continuo ponerse en juego y correr el riesgo de la acción. Así, la idea blanchotina de que el movimiento de la escritura va en dirección a lo desconocido se entreteje, en Collin, con la arendtiana de la acción política como gesto inaugural sin garantía. De este modo, puede presentar el feminismo como una explosión de libertad, un acontecimiento, que apuntó a la necesidad de una reconsideración de la comunidad, de interrogarse en torno a la cuestión: ¿en qué condiciones es posible todavía un mundo común?
This article focuses on the work of the Franco-Belgian thinker Françoise Collin and especially in the way she interrogates two teachers with the aim of finding clues to her political thinking and her own literary writing.
Although Blanchot and Arendt never met or talked, and the latter did not attend the feminist experience, Collin put them in dialogue with the aim to find words that allowed to give account of the event of insurrectional feminism of 1970s.A feminism that constituted a being-incommon for women through a plural dialogue, creative actions, innovative forms of relationship, so that it manifested as a practice, as acting without model as a continuous being brought into play and running the risk of action. Thus, blanchotian idea that the movement of the writing goes toward the unknown is interwoven in Collin, with Arendt's political action as inaugural gesture without guarantee. Thus, Collin can present feminism as an explosion of freedom, an event which pointed to the need for a reconsideration of the community, to the question: under what conditions is still possible a common world?
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