Hasta mediados del pasado siglo, los conocimientos que cualquier universitario del ámbito de las ciencias adquiría le servían para casi toda su vida profesional. Un ingeniero, un biólogo, un arquitecto, etc, a los cuarenta años de haberse graduado, y sin necesidad de volver a estudiar, podía presumir de sus conocimientos académicos.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados