Madrid, España
Almanzor fue sucedido como chambelán, consecutivamente, por dos de sus hijos. Sin embargo, el primero murió joven y el segundo demostró carecer por completo de la pericia de su padre en asuntos de gobierno, de suerte que al poco fue asesinado. Con ellos acababa un periodo de estabilidad y fortaleza. La dinastía omeya, desprestigiada por la incapacidad de su último gobernante, fue incapaz de imponerse y, tras una atropellada sucesión de califas de reinado breve, el califato se dividió en numerosos pequeños Estados conocidos como reinos Taifas. La reputada profesora Fierro analiza las causas de este repentino fracaso de un sistema que, escasos años antes y en manos de Almanzor había sido la potencia hegemónica indiscutible en la península.
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