Numerosos estudios que confirman la presencia de acrilamida en determinados alimentos cocinados a altas temperaturas han causado una gran preocupación en todo el mundo. Esto se debe a que la acrilamida ha sido clasificada como posible carcinógeno en humanos por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer. En la actualidad, los posibles riesgos y efectos que puede originar la ingesta de acrilamida siguen siendo una incógnita, puesto que se han realizado estudios que confirman el desarrollo de mutaciones genéticas y tumores en animales, pero estos resultados no pueden extrapolarse al ser humano
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