Barack Obama inauguró en el otoño de 2016 el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroestadounidense (NMAAHC, siglas en inglés), un museo que cubre una deuda histórica y que forma parte de la Smithsonian Institution. Ahora bien, ¿habría que considerar el NMAAHC como un triunfo del multiculturalismo o como una culminación de la doctrina “separados, pero iguales”? En principio, todo lo que alberga debería haber sido absorbido por diferentes entidades del propio Smithsonian dedicadas al arte, la historia o la ciencia. Como no ha sido así, subsiste una tensión entre las comunidades minoritarias y la cultura dominante. Mientras una parte de Estados Unidos reconoce, aunque sea tardíamente, la relevancia de su historia negra, otra recrudece su rechazo hacia todo lo que no sea blanco.
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