Eduardo Esteban Zubero, C.A. Baquer Sahún, Marta Jordán Domingo, Santiago Trueba Insa, Mónica Lubián Martínez, Paula María Barberá Pérez, E. Javierre Miranda, Nuria García Sánchez
Introducción: el consumo exclusivo de lactancia materna se recomienda hasta los seis meses de edad, manteniéndola hasta los dos años con una alimentación complementaria adecuada. De requerirse, frutas, verduras y cereales sin gluten pueden introducirse entre los 4-6 meses. Se ha observado que una introducción inadecuada produce alteraciones en el desarrollo y favorece las intolerancias alimentarias. El propósito del presente trabajo es valorar la introducción de la alimentación complementaria en los niños menores de 24 meses de edad en un área de salud urbana con una importante diversidad cultural.
Material y métodos: estudio observacional descriptivo mediante entrevistas durante nueve meses (de agosto de 2014 a abril de 2015). Se evaluaron variables sociodemográficas y económicas, tipo de parto, edad gestacional, cuidado o no del recién nacido por otros miembros del entorno, vacunación y el primer día de visita al centro de salud. En relación con la alimentación, se valoró el tipo de lactancia, la edad de inicio de lactancia diferente a la materna y el momento de introducción de la alimentación complementaria.
Resultados: 51 niños fueron evaluados. Un 94% de los niños inicia la alimentación complementaria antes de los seis meses (frutas y cereales sin gluten). Estos datos son mayores si hay cuidado por otro miembro de la familia (abuela). No se apreciaron diferencias estadísticamente significativas en ninguna de las variables analizadas, excepto en la vacunación del neumococo (p <0,001).
Conclusiones: en nuestro medio se realiza una correcta introducción de la alimentación complementaria. La aplicación de intervenciones en la comunidad puede mejorar la adherencia a las recomendaciones actuales.
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