El mapa ha vuelto, después de muchos años, a teñirse de rojo. Tras ganar las elecciones generales de forma incontestable, con 123 escaños y casi siete millones y medio de votos, Pedro Sánchez tiene ahora que formar gobierno, una tarea que ya ha dicho que se tomará con calma. Sánchez y su equipo controlan los primeros puestos del panel, junto con la incorporación de Ximo Puig, que se coloca el quinto demostrando que su idea de hacer coincidir las valencianas con las generales era acertada. Sube Iglesias que, pese a la pérdida de votos de Podemos, confía en entrar o al menos influir en el Gobierno, y sube también Rivera, que le pisa los talones a un Pablo Casado a quien su apuesta por escorarse a la derecha, intentando evitar la fuga de votos a Vox, le ha supuesto un tremendo batacazo.
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