Resumen de Proyecto y rehabilitación del depósito de Can Boada para el patrimonio industrial catalán
David García Carrera, Amparo Lecha Gargallo
El depósito de agua de Can Boada, en uso actualmente, fue proyectado por el ingeniero de caminos, canales y puertos Idelfonso Sánchez del Río nacido en La Rioja.
Es un depósito de 10.000 m3 de agua potable que La Mina de Aguas de Terrassa construyó en 1943 para garantizar el abastecimiento de agua de la ciudad en un momento de importante crecimiento demográfico.
Se trata de una construcción de hormigón de planta circular, de unos 74 m de diámetro exterior, con una cubierta muy característica, formada por 42 nervios de 27 m de luz en forma de arco y una serie de bóvedas de hormigón que cubren el espacio entre los mismos.
El proyecto consiste en una primera fase de recuperación del depósito que surge de la necesidad de garantizar la seguridad estructural, consolidar los elementos degradados y restituir la estanqueidad del mismo evitando las pérdidas de un bien preciado como es el agua, ya que está previsto que el edificio siga en uso durante muchos años más.
Uno de los principales problemas que presentaba la estructura del depósito era la oxidación importante de las armaduras de los nervios, así como desprendimientos de hormigón debido a la degradación, ambiente húmedo y ataque de cloruros. Tras un profundo análisis de la estructura se detectó una carencia grave de seguridad estructural de la cimentación frente a los empujes del agua combinados con los de la cubierta. Y, por último, una deficiencia importante, en este caso no estructural, de estanqueidad después de 70 años de vida útil, todo y el mantenimiento continuo del edificio, que se traducía en unas pérdidas importantes de agua.
Para solucionar el problema de oxidación se planteó un saneamiento general, recuperando o sustituyendo barras, y restituyendo la geometría con mortero de reparación. Para dar respuesta a la inestabilidad lateral de los cimientos, se realizó un anillo perimetral exterior de hormigón pos tesado que compensa los empujes. Por último, para solventar los problemas de estanqueidad se realizó un proyectado interior tanto de la solera como de los muros, creando un nuevo vaso estanco.
Durante la ejecución de la primera fase se plantea una actuación arquitectónica de mejora del acceso. Se plantea eliminar el acceso existente que distorsiona, por su ubicación y geometría, el perfil del depósito y se opta por una torreta de acceso central de planta circular acorde a la geometría global del depósito y a los planos originales del edificio.
