España y sus principales ciudades eran el centro neurálgico del mundo en ese impreciso periodo denominado siglo de oro que se desarrolló entre los siglos XVI y XVII, y continuó siéndolo hasta la muerte de carlos II, en el año 1700. Ciudades como Madrid o Sevilla encerraban entre sus entonces reducidos límites una variopinta y bulliciosa población. De todo había en aquellas populosas ciudades, incluyendo sicarios, valentones, rufianes y prostitutas, amigos de lo ajeno, tahúres y falsos mendigos. Conozcamos los bajos fondos de la época dorada española.
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