Centra la investigación sobre la carta a los Romanos, donde Pablo expone la historia de la gracia en un amplio abanico que se extiende desde Adán hasta la redención de toda la creación. Aquí, la incondicionalidad de la gracia constituye su característica decisiva, aunque también la gracia tiene un efecto transformador al aportar “la obediencia de la fe” (Rom 1,5), por la que la gracia no es solo recibida, sino transmitida, según los modelos del don y de la generosidad. En 2 Cor 8–9 aparece claramente que esta gracia (jaris) tiene mucho que ver tanto con la “ética” como con la “teología”, porque la salvación se refiere a un conocimiento transformador de Cristo que implica participación en su vida de resucitado y en la dinámica divina de la gracia.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados