La creación de los mercados de derivados en España se produce a principios de los años 90. Al ser un mercado de nueva creación, es necesario determinar las normas de operar de los inversores más importantes.
En el trabajo se pone de manifiesto que, mediante una encuesta dirigida a los ususarios del mercado de opciones sobre el Ibex-35, el modelo de valoración más utilizado es el de Black-Sholes, siendo el estimador del tipos de interés con mayor utilización el Mibor. En cuanto a la estimación de la volatilidad, se determina a través del logaritmo neperiano de la rentabilidad del índice, siendo estimada la volatilidad implícita mediante modelos de valoración a partir de información del propio mercado durante el mismo día.
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