Ciertamente, razón y afecto son complementarios dependiendo de la tarea a realizar. En circunstancias ordinarias, la resolución de problemas y la toma de decisiones abarca no solo sentimientos somáticos sino también emociones que se fundan en el sistema límbico. Los sentimientos vividos como estados del cuerpo, pueden contribuir en la toma de decisiones abriendo pistas heurísticas y eliminando rápidamente opciones de conducta negativas, en parte, por lo que denomina Damasio como Marcadores Somáticos (Damasio, Tranel and Damasio, 1991; Damasio, 1994, 1999, 2003). Sin embargo, si la tarea es motivada por una potencial recompensa, con altas exigencias para la memoria a corto plazo y la concentración, la corteza prefrontal dorsolateral puede inhibir los afectos manifestados en la corteza prefrontal media en pos de lograr las operaciones cognitivas necesarias. Interpretamos estas dos tareas mentales utilizando modelos de procesos duales. Aunque la evidencia experimental proveniente de estudios sobre sujetos normales y pacientes con el lóbulo frontal dañado dieron lugar al Iowa Gambling Task, dicha evidencia ha sido interpretada como soporte de las hipótesis sobre marcadores somáticos (HMS). Aquí mostramos que dicha evidencia ha sido puesta en cuestión debido a defectos en el diseño de los estudios. Sin embargo los estudios sobre sujetos normales y psicopáticos que practican el juego del ultimátum muestran que la desaceleración del pulso se da en el momento antes de tomar una decisión, constituyendo un marcador somático. En comparación con controles normales, los psicópatas exhiben menos actividad somática (electro-dérmica) y actúan con indiferencia, racionalidad económica, aceptando ofertas injustas (
Whether or not reason and affect are complementary depends on the task at hand. In ordinary circumstances, problemsolving and decision-making involve both somatic feelings and limbic-structure-based emotions. Feelings, experienced as states of the body, can contribute to decision-making by triggering heuristic cues and rapidly eliminating negative behavioral alternatives, in part by providing what Damasio call somatic markers (Damasio, Tranel and Damasio, 1991; Damasio, 1994, 1999, 2003). However, if task-performance is motivated by potentially large rewards, with high demands on short-term memory and on concentration, the dorsolateral prefrontal cortexcan inhibit affects manifested in the medial prefrontal cortex in order to carry out the necessary cognitive operations. We interpret these two different mental task situations using dual process models. Although experimental evidence from studies of normal subjects and frontal-lobe-damaged patients performing the Iowa Gambling Task has been interpreted as supportive of the somatic-marker hypothesis (SMH), we show that this evidence has been called into question due to faulty study designs. However, studies of normal and psychopathic subjects playing the ultimatum game show that pulse-rate deceleration occurring during the brief period preceding decision-making constitutes a somatic marker. Compared to normal controls, psychopaths show less somatic (electro dermal) activity and act with cool, economic rationality, accepting unfair (
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