Tanto a nivel comunitario como en los distintos Estados miembros, las autoridades de competencia están recurriendo cada vez más a formas negociadas de poner fin a los expedientes de aplicación pública del Derecho de la competencia como son las decisiones de terminación convencional (compromisos o commitments) y las transacciones en caso de cártel (cartel settlements). En particular, las decisiones de compromisos que han resultado ser un mecanismo muy útil para poner fin rápidamente a restricciones de la competencia. Así, a través de estas decisiones, la autoridad de competencia hace jurídicamente vinculantes las conductas o medidas comprometidas por las empresas implicadas en el expediente y que se consideran idóneas para poner fin a la situación de restricción de la competencia que motivó la apertura del expediente. Con ello se consigue, además, poder cerrar el asunto sin tener que decidir sobre el fondo del asunto y sin que haya una constatación de si hubo o no infracción de la normativa antitrust. En este trabajo abordamos un problema de frontera: la efectividad de este tipo de decisiones en un posterior procedimiento de aplicación privada del Derecho de la competencia. Si las decisiones de compromisos se caracterizan por la terminación del procedimiento de aplicación pública sin que la autoridad constate la existencia de una infracción ¿qué valor probatorio o presuntivo tienen dichas decisiones en una posterior reclamación de daños? ¿Nos encontraríamos ante acciones follow-on o stand alone?
Both the European Commission and National Competition Authorities of the different member States are increasingly relying on negotiated instruments —such as commitments decisions or cartel settlements— to bring to an end antitrust proceedings. In particular, commitment decisions have proven to be a very useful tool to provide a quick solution to situations of restriction of competition. By these decisions, the competition authority makes legally binding the conducts or measures offered by the undertakings involved in the file, as these commitments are supposed to be appropriate to bring to an end the restriction of competition that motivated the opening of the proceeding. When using commitment decisions, the authority closes the file without deciding on the merits of the case and without deciding on whether or not there has been an infringement of competition Law. This essay addresses a border issue: the effectiveness of these decisions in a further private enforcement proceeding. If commitment decisions are distinguished by the fact that they allow to close the public enforcement proceeding without a decision on the merits and without stating whether there has been an infringement or not, what is the assumptive value of such decisions in a subsequent claim for damages? Should these claims be considered follow-on or stand alone actions?
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