En los párrafos iniciales de la Lucha de clases en Francia de 1848 a 1850, Marx escribe: "El progreso revolucionario no se abrió paso con sus conquistas directas tragicómicas, sino por el contrario, engendrado una contrarrevolución cerrada y potente, engendrando un adversario, en la lucha con el cual el partido de la subversión maduró, convirtiéndose en un partido verdaderamente revolucionario. Demostrar esto es lo que se proponen las siguientes páginas"
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