Trump and Palestine: The Crowning of an American Approach

• Dan Tschirgi ^[1]
  1. [1] American University in Cairo

     American University in Cairo

     Egipto

     
• Localización: Revista UNISCI / UNISCI Journal, ISSN-e 2386-9453, Nº. 50 (mayo), 2019, págs. 53-72
• Idioma: inglés
• Títulos paralelos:
  • Trump y Palestina: La coronación de un enfoque estadounidense
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  • Texto completo (pdf)
• Resumen
  • español

    La aproximación estadounidense al problema de Palestina se ha basado durante mucho tiempo en varios pilares reconocibles: una simpatía básica con el programa sionista, una creencia sincera en que los árabes palestinos habían sido victimas en gran medida de las fuerzas históricas que los propios Estados Unidos había considerado que era necesario servir, y una sensación de culpabilidad no declarada, pero real, sobre el papel clave que Washington jugó en el nacimiento del estado judío de 1948. La Presidencia de Donald Trump ha dado la espalda a la postura estadounidense de larga duración sobre la cuestión de Palestina, lo que hace que Washington sea mucho más receptivo al creciente apetito de Israel por las tierras árabes tomadas en 1967. En sus primeros dos años en la presidencia, Trump instituyó una serie de medidas administrativas y económicas aparentemente diseñadas para obligar a la OLP a aceptar un plan de paz aún sin anunciar. Este artículo sugiere que la estrategia de Trump fracasará.

  • English

    The American approach to the problem of Palestine long rested on several recognizable pillars:

    a basic sympathy with the Zionist program, a sincerely felt belief that Palestinian Arabs had largely been victimized by historical forces that the United States itself had found it necessary to serve, and an unstated—but real—feeling of guilt over the key role Washington played in the 1948 birth of the Jewish state. Donald Trump’s presidency upended the long-held US posture on the Palestine issue, making Washington far more amenable to Israel’s growing appetite for Arab Lands taken in 1967. In his first two years in office Trump instituted a series of administrative and economic measures apparently designed to force the PLO’s acceptance of a still-unannounced peace plan. This article suggests that Trump’s strategy will fail.