• Enunciado:
Una señora de avanzada edad otorgó testamento abierto, previa la verificación notarial de la capacidad de la testadora por el notario autorizante. Una vez fallecida, no estando su hijo conforme con las cláusulas del testamento antes referido y estimando erróneamente apreciada la capacidad para testar de su madre, decide instar una acción judicial con la finalidad de anular dichas disposiciones del testamento otorgado en vida de su madre.
Estima dicho interesado que la capacidad de la testadora estaba reducida notablemente, no pudiendo otorgar válidamente su testamento, por padecer demencia senil y la enfermedad de Alzheimer desde hacía varios años antes de fallecer, siendo absolutamente nula la disposición de última voluntad que realizó en su perjuicio.
En la consulta del abogado se advierte al interesado de los riesgos que conlleva la acción judicial de nulidad testamentaria que pretende iniciar, siendo éstos ponderados por el mismo.
• Cuestiones planteadas:
1. ¿Cómo ha de entenderse la presunción de capacidad establecida a favor de todas las personas por la legislación civil? 2. ¿Existe algún medio para que no sea exigible la apreciación de la capacidad de la otorgante por el notario autorizante del instrumento público que revista la forma de testamento? 3. ¿Puede deducirse con facilidad la ausencia de capacidad en el caso de la enfermedad de Alzheimer?
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados