En 1948 George Orwell presentó su pesimismo acerca del futuro trazadas luego de la Segunda Guerra Mundial, a través de su obra 1984. Tal vez la escena que mejor sintetiza su expectativa sea cuando O'Brien le explica a Winston Smith, durante la sesión de la tortura contra este, su concepción de la humanidad. Le dice: "Si usted quiere una imagen del futuro, imagine una bota presionando un rostro humano para siempre." Era una fuerza abrumadora unidireccional representada por el trauma y la conversión de la amenaza de la sociedad militarizada.
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