Los laicos, y por consiguiente las mujeres, pueden ser llamados a desempeñar diversos oficios que implican participar en el gobierno de la Iglesia. Sin embargo, la clave no estaría tanto en cuántas mujeres ejercen de facto cargos de gobierno, sino en si realmente es posible aportar un estilo distinto de gobierno en una Iglesia que es jerárquica y, a la vez, sinodal., La distinción entre el proceso de elaboración ed la decisión y la toma de decisión, y su posible expresión a través de instrumentos jurídicos como la consulta, la deliberación y la colegialidad, parecen abrir a la participación y la corresponsabilidad un amplio horizonte aún por explorar.
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