Una leve caricia. Una orden. Una conversación virtual. Tres gestos que aplicados a la robótica pueden hacernos más felices, autónomos y estar acompañados. No les hablamos del futuro, sino del presente más inmediato. Expertos españoles en este tipo de aplicaciones aseguran que “en menos de 10 años podremos tener robots humanoides en casa”. Y ya es posible apoyarse en un andador dotado de inteligencia artificial, un robot humanoide que nos ayude en algunas de las actividades diarias o simplemente acariciar a un gato tan real desde el pelo a los maullidos. ¿no se lo creen?
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