Entre los muchos y valiosos objetos que han figurado en la Exposición organizada recientemente por el Centro Artístico de Granada a beneficio del Ejército aparecía una puerta de sagrario pintada por Alonso Cano, obra que ya, en 1929, había figurado también con igual atribución en la Exposición Internacional de Barcelona. No se trata, pues, con estas líneas, de descubrir una obra inédita, sino de vulgarizar una pintura que, si no es lo exquisita que el tema representado y la personalidad de su autor parecían exigir, constituye, en cambio, un párrafo más en la turbulenta y complejísima vida de este artista, de quien nos son conocidas pocas obras de este tipo, aunque no sea extraño hallar alguna así de poco empeño, pues bien pudo también prodigarlas quien como Cano tanto prodigó apuntes y dibujos.
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