El internacionalismo del proletariado es absolutamente opuesto al derecho burgués de las nacionalidades a su autodeterminación. La clase obrera adquiere su conciencia de clase en la lucha de clases. Espontaneidad y organización no se oponen, sino que cada una juega su papel.
Es irrenunciable una democracia socialista que respete la autonomía y libertades fundamentales del proletariado, porque «la libertad es siempre únicamente del que piensa de otra manera». La dictadura del proletariado no puede convertirse en dictadura del partido sobre las masas. Represión de la contrarrevolución, sí; pero libertad para todas las opiniones o fracciones proletarias, también.
Revolución o barbarie
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