La metodología docente de muchas asignaturas debe ser replanteada. En un entorno donde los médicos disponen de mucha información de acceso inmediato en formatos diversos, la memorización de conceptos expuestos en clases magistrales seguida de una evaluación mediante pruebas de respuesta múltiple es claramente obsoleta. El aprendizaje debería fundamentarse en un trabajo activo por parte del estudiante, basado en la resolución de situaciones que simulen lo que en el futuro se encontrará en el trabajo clínico cotidiano. En este contexto, y conscientes de la enorme dificultad que representa un cambio de este calado, se comenta el interés de ensayar nuevas experiencias docentes, como la que se expone en este mismo número de Educación Médica. Solo una participación más activa de los estudiantes en su aprendizaje, en la que los profesores se conviertan en acompañantes más que en protagonistas, puede garantizar la formación que deseamos que alcancen los médicos del siglo XXI.
The teaching methodology of many subjects must be rethought. In an environment where physicians have a lot of immediate access information in different formats, the memorization of concepts exposed in classical lectures followed by a multiple-choice test is clearly obsolete. The process of learning should be based on an active work by the student based on the resolution of situations that simulate what in the future will be found in the daily clinical work. In this context and aware of the enormous difficulty of a change of this depth, the interest of rehearsing new teaching experiences such as the one discussed in this same issue of Educación Médica is discussed. Only a more active participation of the students in their learning, in which the teachers become companions rather than protagonists, can guarantee the training that we want the doctors of the XXI century to achieve.
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