La literatura puede resultar una poderosa herramienta en la promoción de una responsabilidad ética dentro del aula, especialmente si se analiza desde perspectivas feministas. Asimismo, cuando se examinan determinados subgéneros literarios, como la ciencia ficción, utilizando metodologías feministas, sus potencialidades se multiplican. Una lectura crítica feminista, que prioriza el género como concepto crítico y tiene en cuenta factores externos a la producción y recepción del texto, puede ser una manera de ayudar a los estudiantes a desarrollar sus habilidades críticas a la hora de enfrentarse a cualquier tipo de texto. En este artículo, tomamos la novela de Joanna Russ The Female Man (1975) como caso de estudio para mostrar cómo una lectura crítica feminista puede ampliar el abanico de interpretaciones de un texto, al considerar, por un lado, el contexto de producción de un texto (en este caso, escrito en pleno auge de la llamada segunda ola feminista) y, por otro, la ubicación desde la que se analiza. El resultado de este proceso es una lectura alternativa y “oposicional” de la novela, que pretende superar las limitaciones propias de las posiciones ideológicas que dieron forma al texto y, a su vez, restaurar el potencial de éste para hacerlo válido en el siglo XXI. Con este fin, el crítico ha de exponer las presiones que se ejercen en la creación y en la comprensión de un texto, esenciales a la hora de resistir los significados dominantes que se intentan imponer al lector. Como consecuencia de esto, se hace posible el cuestionamiento del texto y de la supuesta autoridad de su autor. Nuestro objetivo es ilustrar cómo, en el contexto del aula, este proceso puede ser útil en la formación de adultos responsables, algo que es, sin duda, una tarea fundamental dado el individualismo neoliberal que se impone en nuestros días.
Literature can be a powerful tool in promoting ethical response-ability within the classroom if analysed from feminist perspectives. Besides, when certain literary subgenres, such as Science Fiction, are approached from feminist methodologies the potentialities are multiplied. Feminist close reading, which foregrounds gender as critical concept and considers a number of external factors to the production and reception of a text, may be a way of helping students to develop their critical abilities when they are faced with any kind of text. In this paper, we take Joanna Russ’s The Female Man (1975) as a case study in order to show how feminist close reading may widen the range of interpretations of a text, mainly by considering, on the one hand, the context of production of that text —written at the peak of the so-called second wave feminism— and, on the other, the location from which it is analysed. The result is an alternative, “oppositional” reading of the novel which attempts to overcome the shortcomings of the ideological stances that gave shape to it and restore its potential for a 21st-century context. To that end, a literary critic needs to display the pressures at work in the crafting and understanding of a text, which seems essential in the process of resisting the dominant meanings foisted on the reader. As a result, the critic is able to question a text and the alleged authority of its author. We aim at illustrating that, in the context of the classroom, this process may be of use in the upbringing of ethically responsible/response-able adults, which is, indeed, an essential task given current neoliberal individualism.
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