Las rocas sedimentarias son aquellas que se forman a partir de la acumulación de sedimentos, fragmentos que fueron desprendidos de una roca parental o de organismos.
Estos sedimentos son transportados hasta una cuenca sedimentaria mediante sistemas fluviales, marinos o eólicos.
Al aumentar la cantidad de sedimentos en una cuenca, la presión ejercida sobre los mismos es mayor y ocurren procesos de enterramiento, un paso necesario para endurecer los sedimentos y convertirlos en una roca. Posteriormente, fuerzas tectónicas, como por ejemplo el choque entre placas, deforma la corteza, lo cual posibilita que estas rocas se desplacen desde el subsuelo a la superficie. Una vez en la superficie, las rocas quedan expuestas en sitios donde los seres humanos las podemos apreciar y estudiar. Su estudio nos da pistas acerca de los ambientes en el pasado, la distribución de los ríos, montañas y océanos, e incluso de organismos como animales y plantas.
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