En el presente ensayo se formula la tesis, aparentemente paradójica, según la cual el principio de laicidad y la idea de comunidad política salen reforzados en la medida en que un gobierno sea capaz de arbitrar medidas que aseguren que la religión progrese y goce del mayor desarrollo y consideración posibles. Además, para poner a prueba su virtualidad, se conecta la tesis, así formulada, con un problema práctico, como es si la ley debería permitir el aborto alguna vez, y si es así, bajo qué circunstancias. La conclusión que se extrae es que, al presentar las diferencias de opinión en este tema como diferencias religiosas, se está contribuyendo a la unión política, pues estamos acostumbrados a la idea de que es posible convivir a pesar de que existen profundas diferencias en materia religiosa. El ensayo concluye con una contextualización de la citada tesis en el marco de la tradición política del liberalismo, tomando como referentes a Ronald Dworkin (su autor) y a John Rawls.
At this paper a thesis is formulated, apparently paradoxical, according to which the principle of secularism and the idea of political community are strengthened to the extent that a government is able to enact measures in order to ensure that religion develops and it is respected. In addition, in order to test its potentiality, thesis is related with a practical problem, whether the law should allow abortion ever, and if so, under what circumstances. The conclusion is that, if we introduce the differences of opinion on this issue as religious differences, we are contributing to political union, because we are accustomed to the idea that it is possible to live together despite deep religious differences. The paper concludes with a contextualization of that thesis at the context of the political tradition of liberalism (by Ronald Dworkin, who is his author, and by John Rawls).
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