José Ignacio Sánchez Macías, Pedro Calero Pérez
A partir del 1 de enero de 2003 todos los consumidores de energía eléctrica pueden optar entre contratar en el mercado liberalizado, ya sea directamente o a través de comercializadores, o permanecer en el mercado de tarifa regulada. La relevancia que esta circunstancia pueda tener para el futuro del sistema eléctrico y para los agentes implicados va a depender en gran medida de las remuneraciones establecidas para los peajes eléctricos. En este artículo se analiza la regulación vigente y sus antecedentes, poniendo de manifiesto las limitaciones del actual esquema para enviar señales económicas adecuadas sobre la localización y volumen de las inversiones futuras en expansión de la red.
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