El monacato, tan indiscutible en la Edad Media, empezó a ser cuestionado en la era del Humanismo y la Reforma. Consecuentemente, debemos preguntarnos cuál de estas propuestas de cambio acoge la orden jesuita recién instaurada, cómo esta cambia los planteamientos místicos de los monasterios medievales y qué papel desempeñan en Ignacio de Loyola las modificaciones protagonizadas por Ludolfo de Sajonia y Tomás de Kempis. Ignacio entrenó la fantasía para crear y visualizar imágenes durante sus ejercicios espirituales. Propone y defiende una meditación a través de la imaginación que llevará a la máxima contemplación religiosa. Mientras que para Calvino escuchar es lo más importante, para Ignacio lo principal es la visualización del espacio y el hecho de imaginar la situación.
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