En 1661, tras la muerte de Felipe Próspero, último descendiente varón de Felipe IV, la noticia del nacimiento de Carlos II fue acogida con gran alegría en todos los territorios afines a la Monarquía Hispánica. La celebración no se hizo esperar y la corte madrileña festejó el alumbramiento que parecía reparar el problema dinástico tras la muerte de su hermano. Dada la importancia de este nacimiento para la Monarquía en la segunda mitad del siglo XVII, este trabajo pretende hacerun primer acercamiento al tema del parto en dos academias literarias impresas dedicadas a la llegada al mundo del nuevo príncipe.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados