Desde las primeras manifestaciones literarias cubanas, como La Florida de Escobedo y el Espejo de paciencia de Silvestre de Balboa, hasta el Teatro histórico de Ignacio de Urrutia en el siglo XVIII y la poesía prerromántica y del primer romanticismo, los autores cubanos combinan, en su proyecto identitario, la nominación de los frutos naturales de la tierra con la genealogía histórica que puedeconferir prestigio a la nacionalidad cubana y justificar su grandeza. Esa actitud será utilizada después por los poetas de Orígenes para acercarse a los comienzos de la cultura cubana y hacerse depositarios del legado de los primeros vates insulares, uniendo poesía e historia y llevando a su culminación la costumbre de nombrar las cosas en la literatura.
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