Legionella, es una bacteria patógena oportunista que se encuentra en aguas naturales en bajas concentraciones (Brenner, 1979). Tiene un gran impacto en las políticas de aguas porque en es aportada con el agua de abastecimiento a las industrias y otras instalaciones, en las que se dan las condiciones para su proliferación (Berry, 2006). Puede alcanzar concentraciones elevadas e infectivas, dispersándose al ambiente en aerosoles que, al ser inhalados, permiten el desarrollo de infecciones cuyo síntoma principal pero no único es una neumonía (Shelton, 1994; Friedman, 2002). Una sola gota de estos aerosoles puede llegar a contener miles de células de Legionella. Su habilidad para entrar en un estado no detectable por cultivo, su asociación a biopelículas, su crecimiento intracelular invadiendo protozos habituales en el agua, o su forma libre persistente en su ciclo vital, la hacen muy resistente a la acción de tratamientos físicos, mecánicos y químicos (Borges, 2012). Además, hace imprevisible las variaciones de concentración de la bacteria libre e infectiva en las instalaciones. En este contexto, su monitorización in situ y automatizada mediante una técnica rápida es un reto cuyo logro hará posible detectar con suficiente antelación incrementos de concentración de Legionella. Una información crítica para desarrollar de forma oportuna y proporcionada estrategias de prevención basadas en la evidencia, como promulgan organismos de referencia tales como el Centro para el Control de Enfermedades (CDC) en USA. Ante una estructura poblacional que envejece progresivamente, el segmento de personas sensibles a este microorganismo también aumenta, por lo que la implementación de estas tecnologías es también un asunto de responsabilidad social. El brote reciente de Sabadell y Ripollet, se ha cobrado la vida de 8 personas y ha dejado 40 afectados, la mayor parte requiriendo ingreso hospitalario. Al dispositivo epidemiológico posterior a la infección, es necesario sumar el valor añadido de la prevención, anterior al contagio que posibilita el desarrollo de la enfermedad. Las tasas de mortalidad en Europa se mueven entre 10-30 % y en USA se ha experimentado un aumento de la incidencia de esta enfermedad de un 219 % entre 2000 y 2009 (Stout, 2014). El primer paso para su prevención es por tanto la vigilancia en las instalaciones que utilizan agua, incluyendo el agua de aporte. La determinación automatizada puede darse tomando muestras con frecuencia programable en una instalación monitorizada, o en laboratorio con el objetivo de procesar a la vez muchas muestras distintas. En este estudio se presenta un equipo de captura y detección automatizado de este microorganismo, para uso en campo o laboratorio. Las tecnologías básicas se han integrado en los equipos compactos, incorporando la ingenierización singular de esta determinación microbiológica, basada en la captura específica, purificación y determinación cuantitativa de Legionella basada en una técnica validada y certificada por AOAC, frente al método de referencia de cultivo ISO 11731 (International Organization for standarization, 1998), por lo que la interpretación de resultados es simple y directa. El principio y diseño de esta técnica permite focalizar la detección en la célula viable, cuya envoltura externa, donde residen las propiedades de virulencia, se halle íntegra. Sus resultados y aplicaciones se detallan en este estudio.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados